viernes, 19 de septiembre de 2014

Boyhood . Momentos de una vida

Y eso es precisamente lo que es, esa es precisamente la magia de esta maravillosa película, simple y llanamente momentos de una vida... De una vida sin artífices, sin cadáveres, sin armas, sin ataques alienigenas, ni problemas de drogas , sin abuso de menores, sin amores descarnados , sin amores vampiricos ni de ultratumba, sin tramas de poder, ni ataques nucleares, sin catástrofes naturales, sin nada especial y con todo. Con todos esos momentos que forman una vida anónima, desde la niñez hasta la pubertad, pasando literalmente por la evolucion física y emocional de nuestro protagonista y su entorno, su familia, sus amigos, sus lugares. Y pienso que ese es el secreto de el film de el director Richard Linklater , un visionario de el cine, podría denominarle desde ya, que ha tenido la osadía y la paciencia de rodar una película a lo largo de 12 años, para ofrecernos la vida de Mason, desde que tiene 6 años hasta que llega a la universidad , con todo lo que eso conlleva. Con un reparto de lujo destacando a la maravillosa Patricia Arquette , la que creo que mas acusa el paso de el tiempo, a la par que su personaje como madre de Mason , una madre coraje que debe sacar a sus hijos adelante y lidiar con dos matrimonios hundidos por el alcohol y por la incapacidad de algunos hombres de enfrentarse a la responsabilidad. Aunque por supuesto esa pareja de niños-adolescentes Lorelei Linklater y Ellar Coltrane son quien lleva la mayor parte de el peso de la película, los ojos están bien abiertos posados sobre ellos, esperando encontrar ese crecimiento, cualquier diferencia, y lo hacen realmente bien. Es gracias a ellos por lo que nos emocionamos , por su frescura e inocencia, en el caso de Lorelei por su desparpajo que nos arranca tantas risas, y en el de Ellar por esa mirada azul a la que le sobran las palabras, por esa dulzura innata y esa generosidad interpretativa que le despoja de cualquier tabú.

A través de este viaje en el tiempo podemos reconocernos a nosotros mismos y emocionarnos con recuerdos que parecen implantados en el propio personaje de Mason. Conversaciones y situaciones tan comunes entre nosotros que nos obligan a tener la sonrisa constante. Esas discrepancias con los padres, esas charlas con los amigos, una nueva mudanza y comienza en el colegio nuevo, ese primer amor y la inseguridad que te deja. Maravillosa conversacion con su padre de acampada sobre la diferencia de sexos desde el punto de vista de un niño," no tenemos cosas en común cuando hablamos por teléfono " dice Mason muy preocupado... Genial¡¡

 
Mucha de esa nostalgia que se respira en la película , de esa candidez y simpatía viene impulsada por la fantástica BSO grupos de punk pop como Blink-182 o The Hives como indie del momento (Arcade Fire, Phoenix, Kings Of Leon, Foster The People…) hasta clásicos inolvidables. No en vano el padre de Mason, interpretado por Ethan Hawke un indispensable en el cine de Linklater, es un loco de la musica , en especial de los Beatles, y es ese momento Black Album , uno de los mejores homenajes que yo he visto en el cine a los de Liverpool.

Porque esta nueva experiencia de ver cine me ha dejado una gran duda... Si el cine siempre ha sido la gran evasión de las personas comunes para hacer volar la imanación y vivir experiencias fuera de el alcance de la mayoría de los mortales. ¿ Que pasa con Boyhood? Porque nos ha encandilado casi unanimemente a todos los que la que hemos visionado. Tal vez estamos saturados de que intenten impresionarnos con grandes tramas y efectos especiales. Tal vez simplemente mirar tranquila y sosegadamente, observar, respirar y vivir...vivir, ese es el secreto. La vida, tal como la conocemos, sencilla, profunda , nuestra. Porque en Boyhood la vida se pone a merced de el cine, o el cine se pone a merced de la vida. Por que todo se resume en capturar momentos... o son los momentos los que nos capturan. Momentos de una vida.


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